El Gobierno español no puede dar la espalda a Venezuela. El expresidente Felipe González reclamó hace apenas 15 días al Gobierno español garantizar que Edmundo González pudiese volver hoy a Venezuela de forma segura para asumir la presidencia ganada en las elecciones. El expresidente lo tenía claro: es un deber de España, tanto por el pasado que nos une a Venezuela como por el presente, al ser la tierra de acogida de casi 400.000 exiliados de ese país. También, porque nuestro Gobierno fue el que propició la salida de Venezuela del ganador de las elecciones, quitando así un obstáculo del camino a la tiranía. Pero hace tiempo que el Gobierno no escucha a su expresidente. Y no solo no ha dado ese paso, sino que el ministro Albares sigue sin reconocer la victoria de Edmundo González. El mismo Ejecutivo que ahora conmemora "50 años de libertad" en España está siendo una coartada para que la libertad no llegue a Venezuela. Incoherencias de la política.