
No todos los ciudadanos de España pagan los mismos impuestos. Mientras que el Gobierno recauda el IRPF, el IVA y algunos Impuestos Especiales y los gobiernos autonómicos gestionan los impuestos de Patrimonio, Sucesiones, Donaciones, Transmisiones patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados, algunas regiones cuentan con impuestos propios. Esto hace que exista una gran disparidad entre lo que paga un ciudadano dependiendo del lugar en el que tribute. En el caso de Pontevedra, Lugo, Ourense y A Coruña, existen seis impuestos propios de los gallegos.
Los impuestos que únicamente pagan los gallegos
Uno de los impuestos que deben pagar únicamente los gallegos es el canon del agua, que se asume con el fin de que se recuperen los costes relacionados con ella. También sirven para contribuir al establecimiento de mecanismos que fomenten un uso racional de los recursos y al ahorro de la misma.
Otro aspecto al que tienen que contribuir las personas de Galicia es el relacionado con el daño medioambiental, para el que se establecen varios impuestos propios de la comunidad autónoma. Uno de ellos es para el daño causado por determinados usos y aprovechamientos del agua embalsada, que tiene como objetivo compensar los efectos negativos de la realización de actividades que afectan al patrimonio fluvial y su reparación.
Además, relacionado también con el medio ambiente, los gallegos también deben pagar el impuesto sobre contaminación atmosférica. Este somete a gravamen la emisión de compuestos oxigenados de azufre y de nitrógeno. También deberán afrontar el canon eólico, establecido por la generación de afecciones e impactos ambientales adversos sobre el medio natural por la instalación de infraestructuras dedicadas a la producción de energía eólica.
La preocupación por el cuidado del entorno también se ve reflejada en el canon a las infraestructuras necesarias para la evacuación de eólica marina. Este impuesto está destinado a gestionar racionalmente el ambiente del litoral y a las actuaciones de compensación y reequilibrio ambiental de los ayuntamientos y del sector pesquero.
Otro de los impuestos propios de la comunidad autónoma es el compensatorio ambiental minero. Este está orientado a compensar las externalidades perjudiciales que generan las actividades de extracción, explotación y almacenamiento de minerales metálicos industriales y metales preciosos
Por último, en Galicia existe el canon de inmuebles en estado de abandono. La intención de este impuesto es impulsar la rehabilitación de las áreas de regeneración urbana de interés autonómico y reducir el número de inmuebles abandonados en estas zonas. Para este tributo, los ingresos van destinados a la financiación de las distintas actuaciones y medidas de dinamización para que los dueños de estos edificios contribuyan a la recuperación de estas partes del territorio gallego.
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