
Es agosto y viajamos mucho. Nos merecemos un descanso; unas vacaciones. Nos desplazamos y la mayoría lo hace en su coche. Logística: ¿dónde comer si toca parar en carretera? Hagamos caso a los camioneros.
Se dice que, a base de kilómetros y experiencia, los conductores de esos enormes trailers saben comer bien y barato. Es verdad que la gastronomía ha cambiado mucho en los últimos veinte años; se ha hecho más internacional y sofisticada (y más cara). Pero lo clásico, el recetario de toda la vida, la cocina tradicional española, sigue (afortunadamente) en las cartas y menús de centenares de restaurantes de carretera.
De eso, de elegir entre tanto local a pie de autovía y acertar saben los camioneros. No son clarividentes; simplemente han tenido que recorrer muchos kilómetros y visitar muchos restaurantes. Su método de ensayo error es el que nos podemos ahorrar nosotros... siguiendo sus pasos.
Una pequeña ciudad en mitad de la A-2
De entre decenas de sitios donde parar a comer en pleno viaje nos fijamos en uno que es singular por su tamaño. Es el restaurante de carretera más grande de España. Antigua venta, se trata de toda un área de descanso, una pequeña ciudad, en mitad de la A-2, la autovía que une Madrid con Cataluña. Tienen, además de restaurante, cafetería las 24 horas del día, gasolinera, hotel (48 habitaciones), grúa y venta de neumáticos, tienda gourmet y hasta casino.
Es el Área 103, en el término municipal de Almadrones (Guadalajara). Un clásico... enorme. Fue una venta y de la mano de la familia Rebollo se ha convertido en el mayor restaurante de carretera del país. Y es que tienen que dar de comer a mucha gente. Aseguran ellos que cada día reciben más de 2.000 visitantes, gastan, sirven más de 1.400 desayunos y gastan más de 200 kilos de carbón.
Hoy lo gestiona la cuarta generación de la familia Rebollo. Lo cuentan en su página web: "La historia empieza allá por el año 1889, fecha en la que se hizo cargo de la Venta de Almadrones la bisabuela Celestina. Continuaron con el negocio familiar la abuela Cayetana y el abuelo Mariano, a los que les sucedieron 'la Nieves' y 'el Antonio'".
La historia de amor de Nieves y Antonio
- El gran inspirador de lo que hoy es el Área 103 fue Antonio Rebollo Bachiller, un camionero que realizaba con frecuenciala ruta de Zaragoza y tenía por costumbre parar en la Venta de Almadrones. Fue así como inició una relación con Nieves, hija de los propietarios, que terminó en matrimonio. "Antonio siempre mimó mucho al camionero, ayudándole en lo que pudo. Durante las grandes nevadas de antaño, iba con una furgonetilla a llevar bocadillos y algo de beber a los que se quedaban bloqueados en la carretera, porque él conocía perfectamente las penurias que se pasaban, y se pasan, en esta profesión", relata hoy Ramón, la cuarta generación de la 103.
En la Guía Repsol
Y está en la Guía Repsol, que lo incluye en su lista de Soletes de Verano. "Un lugar estratégico y cocina de calidad es difícil de encontrar, pero a veces pasa. El 'Área 103' es un ejemplo y su cabrito al horno de leña da buena fe de ello". Sí, lo suyo es la cocina tradicional y los asados.
Esa carnes van acompañadas de verduras que cultivan en su propia huerta, que, dicen en su web, es "el secreto" de sus platos. "Hemos depositado mucho tiempo y esfuerzo en nuestra pequeña huerta para poder ofrecerte productos de temporada, frescos y sabrosos", aseguran.
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