Mi perro ama el brócoli como si fuera un hueso carnoso, claro que con un poquito de ghee y parmesano. No sé si la primera vez que lo probó se enamoró de este vegetal por el parmesano o por el brócoli y sus propiedades. De hecho le dices “hoy comemos brocóli” y se le cae la baba. ¿Será que la cuestión es cómo y dónde pruebas primero un alimento y eso va a condicionar si te gusta o no?
Creo que totalmente puede ser así y que también nuestras bacterias intestinales al recibir alimentos beneficiosos y que contienen sustancias que las alimentan envían metabolitos a nuestro cerebro para desear comerlo otra vez. Seguramente hasta ahora pensabas que era tu deseo el que decidía lo que comer. Pues la próxima vez que quieras comer algo, pregúntate si eres tú o qué bacterias lo necesitan. La cuestión está en si son bacterias beneficiosas o todo lo contrario.
Ingredientes
- 500 g de brócoli, cortado en floretes pequeños.
- 140 g de queso mozzarella rallado, o una versión vegana sin lácteos.
- 240 ml (1 taza) de salsa de tomate (puedes usar cualquier salsa casera).
Elaboración
- Cocina los floretes durante 10 minutos, hasta que estén tiernos pero firmes. Si no tienes vaporera, coloca un colador metálico o un escurridor resistente al calor dentro de una olla con agua hirviendo, asegurándote de que los floretes no toquen el agua. También puedes usar un plato resistente al calor dentro de la olla, elevándolo ligeramente con una taza o un bol invertido, permitiendo que el vapor cocine el brócoli.
- Coloca los floretes en bandejas con papel de horno, aplástalos ligeramente con la base de un vaso (usa papel de horno para evitar que se peguen) y sécalos con papel absorbente, si fuera necesario agrégale un poquito de aceite, pimienta, parmesano rallado y sal a gusto para darle más sabor.
- Cubre cada florete con una cucharada de salsa de tomate y queso rallado al gusto. Reserva el resto de la salsa como dip.
- Hornea a 190 °C durante 20-30 minutos, hasta que el queso esté dorado y burbujeante y el brócoli, crujiente en los bordes.
- Deja enfriar un poco antes de servir y acompaña con la salsa de tomate restante.
Propiedades del brócoli
El brócoli es conocido por ser una excelente fuente de vitamina K, clave para mantener huesos fuertes, y vitamina C, fundamental para la salud general. Este vegetal, ya sea crudo o cocido, contiene FODMAPs, unos carbohidratos de cadena corta que pueden provocar gases e hinchazón en algunas personas. Cocinarlo ayuda a suavizar sus fibras, haciéndolo más fácil de masticar y digerir. Incluir tanto brócoli crudo como cocido en la alimentación es una forma de maximizar sus beneficios.
PREVENCIÓN CONTRA EL CÁNCER: El brócoli contiene glucosinolatos, fitoquímicos con propiedades anticancerígenas, que se han asociado con la prevención de diversos tipos de cáncer, como el de vejiga y colon. Aunque estos efectos son prometedores, los estudios aún requieren más investigaciones para confirmarlos completamente.
HUESOS FUERTES: Gracias a su alto contenido de vitamina K, el brócoli mejora la capacidad de los huesos para absorber calcio. Las investigaciones indican que consumir suficiente vitamina K puede reducir significativamente el riesgo de osteoporosis.
REFUERZO INMUNITARIO: Este vegetal es una fuente destacada de vitamina C, que refuerza el sistema inmunitario al potenciar las funciones de las células defensivas, ayudando así al cuerpo a combatir infecciones de manera más eficaz.
Referencias
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